Cebollas, óleo de Gustavo G. Campos |
LETEO
La
memoria no es una facultad de la inteligencia, la memoria es una
cebolla cuyas capas traslúcidas protegen, sin ocultar, la esencia
misma del recuerdo. Como tantas otras noches, ausente, concentrada,
Ana está pelando una cebolla:… “Te observo mientras duermes,
entregado, inerme, como un perro a los pies de su amo y no concibo
que esta sea nuestra despedida. Mi mirada cruza errática la
habitación destartalada, buscando un asidero, y se detiene en un
viejo cuadro al óleo que representa una alameda sombría, atravesada
por un río de aguas oscuras. Y, luego, vuelvo a casa por las
calles vacías, escuchando mi nombre con tu voz en mis oídos. Allí
Pedro espera mi llegada y mis últimas excusas”
Pedro asoma por la
puerta entreabierta y, al verla, un gesto de disgusto crispa su
semblante:
-¿Lloras,
Ana? ¡Cuántas veces tengo que decirte que no le pongas cebolla a la
tortilla de patatas!¡Que no me gusta la cebolla!
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