The reader, de P.A. Renoir |
MARÍA
DE LA O
Una mañana de abril, aireando
los libros, María recordó con nostalgia la limpieza de los sábados con su madre
escuchando coplas. Soñaba con amores maravillosos, volar y vivir aventuras.
Los conocimientos de su
profesor de Literatura la deslumbraron. Se enamoró de él. Al cabo de unos años,
todo cayó en la más triste de las monotonías. Para él la lectura era su única
pasión. En cambio, ella pensaba que no solo de libros se alimenta el hombre y
que había vida más allá.
Esa mañana se dio cuenta de
que la primavera ya no llamaba a su puerta, ella se marchitaba. ¡Dichosos
libros que la obnubilaron igual que el maldito parné a María de la O! Fueron su
perdición. A una mujer de 47 años todavía le quedaba mucha vida por delante,
pensó.
Al día siguiente, el devorador de libros
leyó su nota: ¡Hasta luego, Lucas! Perdóname por haber tardado tanto en tomar esta
decisión.
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