Ferrocarril, de Adriana Berges |
EL
FIN DE LAS DESPEDIDAS
Cuando el dolor llama al
levantarte, explotando desde lo más íntimo de tu corazón, un gran llanto, un
gran estallido.
Y cuando a través del
misterio, surges de nuevo y revives al momento, surge un magnetismo atrayente acompañado
de ilusión, de amor.
Todavía estoy en el tren
de las despedidas… ¡que se haga largo, muy largo, hasta que estemos preparados!
¿Cómo abandonar el fruto
de tu amor?
¿Cómo olvidar un tiempo
soñado?
La
fuerza de un alambre cubre mi cuerpo, y ansío la gran necesidad de
desprenderme.
El todo, el amor. La nada, la ignorancia.
Toquemos la estremecedora
conciencia, vayamos al abrazo de la sonrisa y belleza.
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