TARDES DE CAFÉ Y MÚSICA;
TARDES DE CORAZÓN.
Río Segura con la sierra, de Marisa Moya |
Nadie
dudaría hablar de la brevedad de la existencia.
Quien
sueña… ¡vuela!
¡Qué
curiosidad una casa metida en pura sierra oriolana!
Recuerdo,
un grupo de personas cuyos rostros expresaban bondad y desorientación.
Acogidos
como una piña y todos miraban hacia el mismo lado:
Esperanza,
cambio de vida.
Aplaudían
y soñaban con las canciones de un ser querido, prisionero de mi corazón y
carne.
Pasó
la tarde, pasó el tiempo. Todos dispuestos a comenzar…
Después
de un gran paréntesis, Popa, aquel hombre huyendo con su bicicleta al infinito,
aquel rostro alcoholizado…
Todos
los lunes me espera para leer y escribir.
Su
rostro luce sonrisa, sus ojos brillan lejos de aquel alambre cruzado en
su pecho.
Ahora,
abraza la tierra.
Ahora,
su sonrisa brilla como el Sol.
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