EL ESPEJO DE SUS PENAS
Cuando
cocina le gusta hacerlo con música de fondo y siempre que escucha al Kanka
cantar “La vida es una mañana hermosa, el
alma de la rosa, la cocaína y el puré “,… ella añade y un Martini con unas gotas de angostura…
Hoy,
para su madre, está elaborando una tarta. Ha preparado la masa quebrada con
harina y mantequilla y la crema pastelera con un toque de canela. Con las
fresas va dibujando círculos como si fueran los anillos de su vida. Extiende
cuidadosamente la gelatina y cada corazón rojo se va transformando en un espejo
donde puede leer su historia salpicada
de penas y alegrías. ¡Cuánto sufrimiento y cuántos sacrificios por esos campos
para que ella saliera adelante y tuviera una vida mejor!
Del
libro “Las gratitudes” ha aprendido
que no hay que dejar pasar el tiempo para dar las gracias. Con decisión, coge la manga
pastelera y con nata escribe: Muchas gracias
por todo, mamá.
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