Cebollas, óleo de Luz Helena Hdez |
Nanas para Miguel
Agustín se fue a
estudiar Filosofía a Salamanca donde conoció a Marta, una compañera
de clase. Surgió el amor y con él una gran sorpresa: el nacimiento
de Miguel, que cambió radicalmente sus planes de futuro. Para hacer
frente a la situación, y suprimida la Filosofía en el currículum
del Bachillerato, no le quedó más remedio que trabajar en una
gasolinera pero, con la reforma laboral, le hicieron un contrato
basura. Como no llegaban a final de mes, también se vio obligado a
pintar cuadros al óleo para el Corte Inglés durante una temporada,
aprovechando sus buenas cualidades artísticas. Ahora trabaja en una
empresa de transportes de frutas y verduras de Orihuela. Hoy, a la
vuelta del viaje, le ha leído a su hijo las Nanas de la cebolla
de Miguel Hernández.
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