sábado, 19 de diciembre de 2015

Nanas para Miguel

Cebollas, óleo de Luz Helena Hdez
Nanas para Miguel
Agustín se fue a estudiar Filosofía a Salamanca donde conoció a Marta, una compañera de clase. Surgió el amor y con él una gran sorpresa: el nacimiento de Miguel, que cambió radicalmente sus planes de futuro. Para hacer frente a la situación, y suprimida la Filosofía en el currículum del Bachillerato, no le quedó más remedio que trabajar en una gasolinera pero, con la reforma laboral, le hicieron un contrato basura. Como no llegaban a final de mes, también se vio obligado a pintar cuadros al óleo para el Corte Inglés durante una temporada, aprovechando sus buenas cualidades artísticas. Ahora trabaja en una empresa de transportes de frutas y verduras de Orihuela. Hoy, a la vuelta del viaje, le ha leído a su hijo las Nanas de la cebolla de Miguel Hernández.  

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