domingo, 7 de enero de 2024

"El genio y el deseo", es el microrrelato número doce

 


EL GENIO Y EL DESEO         

 

"(...) agita Ícaro sus brazos desnudos y, desprovisto de alas, no puede asirse en el aire”

 OVIDIO, Las Metamorfosis.

 

A Federico

 

 

El genio escuchó sorprendido. “El mundo se detenga excepto yo, hasta nueva orden”. Pero así se cumplió el extraño deseo.

Siempre sin blanca, ella quería, mediante este ardid, salir de los grandes almacenes con los bolsillos repletos, camino de su barrio marginal.  

Agarró una botella de jerez dulce de los estantes y subió a la azotea desde la que se divisaba la ciudad detenida, las personas como estatuas y hasta un pinzón en pleno vuelo injuriaba a Newton, permaneciendo en el aire. “De modo que es verdad, que me he convertido en la dueña del mundo”, susurró, empoderada.

A partir de ahora se acabarían las penurias y, ebria de jerez y de alegría, saltó al antepecho para extender sus brazos al universo sin sospechar aún el gran infortunio: un traspiés la precipitó al vacío para estrellarse en la calzada entre los vehículos quietos a toda velocidad.

 

De resultas, el mundo quedó congelado, detenido para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario