viernes, 27 de diciembre de 2019

Y llegamos al número diez: "La vida"


                                            “ LA VIDA…”
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Rural road, de Wonderful Gift

“La vida pende de un hilo…”, decía la profesora de español en el antiguo colegio de Malabo y explicaba aquella expresión incomprensible para niños de la Guinea, acostumbrados a correr libremente por la bahía o entre la vegetación selvática.
“La vida pende de un hilo…la vida pende de un hilo….la vida pende de un hilo…” pensó obsesivamente,  concentrado en su respiración entrecortada para no perder los nervios, agazapado en la oscuridad. Cien pares de ojos y  pies a la espera del salto definitivo: la liberación.
“La vida pende de…” ¿será verdad?...después de tantos meses de espera y penalidades, la vida se puede esfumar…?
 ¡YAA! ¡AHORA! ¡ES EL MOMENTO!
Los cien pares de piernas en marcha, al unísono, a toda velocidad, un objetivo….saltar, saltar al otro mundo…
La vida pende de un hilo o… de un alambre de espino, pensó al tiempo que su pierna se desgarraba en las concertinas. “¡ALTO! ¡ALTO AHÍ!

"Alambre y tiempo" es el noveno.


ALAMBRE Y TIEMPO

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Queriendo a solas, de Lola
Abrir aquella puerta gris, desvencijada, produjo un extraño efecto en su alma. Volver a aquel mundo congelado en el tiempo era volver a avivar las llamas en su interior. No estaba seguro de querer hacerlo. Entró, sin querer mirar ninguna estancia, se dirigió a la escueta escalerilla que subía al terrao. Al fin y al cabo, los episodios más importantes de su vida habían ocurrido allí.
Al salir, un sol cegador le recordó el día en que ella tendía sábanas blancas del barreño sobre los alambres y las sujetaba con pinzas de madera. El viento las enredaba entre sus piernas. Él se quedó pasmado contemplando la escena y supo que la amaría siempre...a su espalda, los palomos se arrullaban…
Ahora solo quedaban restos enredados  de los hexágonos de alambre del gallinero y de pintura vieja...ni siquiera las cuerdas del tendedero habían aguantado el peso del tiempo…¡ Cómo iba a aguantarlo su amor!



El octavo, con sabor al viejo Oeste: "La soga del diablo y la guerra de palabras"

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Postes con alambres de púas
                           LA SOGA DEL DIABLO Y LA GUERRA DE PALABRAS


                                      "Más liviano que el aire
                                              fuerte como el whisky
                                              y más barato que
                                              el polvo del camino"

Así rezaba el anuncio de Gates sobre su descubrimiento: el alambre de púas.
El grupo de ganaderos que se encontraba frente a él, no daba crédito. Desde que el presidente Lincoln había permitido que cualquiera pudiera reclamar como suyos 160 acres de tierra con solo trabajarla 5 años, la guerra entre granjeros y ganaderos se había desatado.
¡Esas praderas infinitas no podían ser cercadas!  Siempre el ganado se arreaba libremente y aplastaba los cercados, y ahora los granjeros podían apropiarse de  las tierras de las tribus nativas...¡llamarlas "suyas"! 
Ninguna tierra era de "nadie". Pero este nuevo invento se había hecho tan popular en poco tiempo, que había resuelto el problema. Los nuevos colonos levantaban cercas con esa "soga del diablo".
Había llegado al salvaje Oeste la propiedad privada.

Con ecos de película en su título, llega el séptimo relato. "Sin perdón"

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Cenicienta, de Loboutin

SIN PERDÓN

Encendió un último cigarrillo. La suave eclosión química en su paladar le infundió fuerzas.
            Ha llegado la hora de empuñar juntos el acero, se dijo para sí recordando a su madre. La tormenta de nieve. La casa a oscuras. El violento golpe de la puerta al abrirse. El escondite bajo la mesa camilla. Los gritos de su madre. El terror, el sufrimiento, la violencia. Los insultos del hombre. Los ladridos de Laika. El silencio. El llanto de días eternos. La soledad. El purgatorio de consultas de médicos y psicólogos. El juicio. La cita a ciegas por internet. Burundanga en la bebida de él… Ahora acabaría su tormento.
            Rendido a sus pies en el callejón, primero le introdujo el tacón de grueso alambre en un ojo, luego en el otro. Después lo clavó cuatro veces en su abdomen. El hombre empezó a desangrarse lentamente.
            Llamó a la policía y se entregó. El tiempo del odio había terminado.

domingo, 22 de diciembre de 2019

Sexto relato: El diploma

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Mujer con camisón en el jardín,
de Domingo Álvarez

EL DIPLOMA

Era una chica de buen ver muy alegre. Todos los días iba a la ciudad a estudiar. Llegó a oídos de su padre el rumor de que trabajaba en el alambre. Decidió investigar. Le siguió los pasos y comprobó que entraba en una casa que no era la academia. Al día siguiente se presentó allí y concertó una cita a ciegas. Tenía que ser con la chica morena de ojos grandes. En la habitación a oscuras, solo tardó el tiempo de cortarle un trozo del camisón de raso.
Juanita se quedó de piedra al ver aquella tela sobre la mesa del desayuno. Sintió el mismo terror que cuando era niña, escondida entre las chumberas, oía las atronadoras bombas caer sobre la ciudad portuaria. Deseó que la tierra se la tragara. Desde aquel día nunca más se supo qué fue de ella.
“Ahí tienes el diploma de tus estudios”, le dijo su padre por última vez.


jueves, 12 de diciembre de 2019

Y el quinto, "Cyborgamoroso"


CYBORGAMOROSO
Amor por las máquinas, de Boris Artzybasheff
Activando modo axiomático. Sé que eres sincera cuando me prometes amor casi eterno, que nuestra relación tendrá un brillante futuro y que pasaremos momentos inolvidables, llenos de de emociones y aventuras maravillosas. Nunca antes nadie ha podido ver algo tan singular. Eres entusiasta, diligente e interesante, práctica, alegre y divertida, con una memoria lógica, ordenada y casi ilimitada…Todo eso lo sé pero me cuesta hacerme a la idea. Así que, perdóname. Para los que son como yo, solo es posible el aquí y el ahora porque todos los después son dudosos, todos los futuros están apenas esbozados y son inciertos. Los hechos quedarán pero los momentos vividos intensamente se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
¿A quién se le ocurre que una máquina del tiempo tan espectacular y cibergaláctica como tú pueda declararse a un insignificante alambre como yo, aunque esté recubierto de tan holográfico y psicodélico aislante?

Nuevo relato a concurso: "El agujero"


EL AGUJERO
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Fotograma de la película, "30 años de oscuridad"
En el colegio me dicen que estoy más flaca que la sombra de un alambre. También que mi madre y yo somos unas desgraciadas por culpa de mi padre, un rojo que desapareció en el frente de Somosierra. Es verdad que estamos muy delgadas, no lo niego, pero no somos unas pordioseras, porque nuestra familia del pueblo nos manda, cada cierto tiempo, embutidos y hortalizas. Lo malo es que los chorizos y las morcillas desaparecen por un agujero que hay en el fondo del armario del dormitorio de mi madre, tapado con unas mantas que huelen a miseria y a humedad. A veces el agujero también se traga una naranja, un pedazo de pan y media botella de vino tinto que nos fían en la tienda de ultramarinos. Esas noches del agujero brota un resplandor suave y una voz susurrante tararea una canción antigua, una melodía familiar, que ilumina y alimenta nuestros hambrientos corazones.

martes, 10 de diciembre de 2019

Sigue la racha. Nuevo microrrelato: Revelación

REVELACIÓN


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Seat 600, de Moreno - Mata
 Ana está furiosa, no soporta a sus hermanos. Gritan, protestan, se pelean y vomitan, apretujados en el Seat 600. Aborrece a esos pequeños micos. Intenta concentrarse en el libro que sostiene en las rodillas. Lee: “Una mujer desesperada se arroja a los pies del victorioso Alejandro Magno. Le suplica que perdone a su marido, a su hijo y a su hermano, prisioneros en la batalla, condenados a muerte. Alejandro declara que solo libertará a uno. Pero ella deberá elegir al afortunado” Ana, pensativa, roza con la lengua el alambre de su aparato dental y continúa leyendo: “La mujer decide salvar a su hermano. Ante Alejandro, que la contempla atónito, explica que es su único hermano y ella es joven todavía, con el tiempo, podrá tener otro marido y otros hijos, pero sus padres fallecieron…Jamás tendrá otro hermano.” Ana medita. Intuye que esa historia, sorprendente y profunda, es el comienzo de una nueva forma de habitar su mundo.

lunes, 9 de diciembre de 2019

Y el segundo, "Informe"


INFORME
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Agonía, de Max Beckmann
Yo oía su informe pero lo que estaba escuchando era tan horrible y tan grave que me quedé muerta y ya no entendía nada, me encontraba fuera de este mundo pero él seguía hablándome y su voz era tan aguda que parecía venir de otro planeta y me atravesaba el cerebro como un alambre fino. Después de esos instantes de sufrimiento y de dolor y ausencia oí como me decía: Tiene que ser fuerte pues así es la vida. Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos pero vaya haciéndose a la idea de que a su marido le queda poco tiempo por vivir.
Después de este mazazo sólo me venían a la cabeza los momentos que pudieron haber sido felices y no lo fueron por mí, desaprovechando sus ganas de vivir. Y ahora ¿qué?


Primer microrrelato a concurso: "Tempus fugit", todo un clásico


TEMPUS FUGIT
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Reloj blando en el momento
 de la primera explosión,
de Salvador Dalí

Hace apenas nada, era una niña y ahora estoy en esa edad en que debería estar preparada por si me fuera de forma inesperada. Sin embargo, hago horóscopos y consulto cartas astrales intentando deducir cuándo me llegará el momento del tránsito.
Normalmente, tengo el televisor encendido en el canal del tiempo todo el día. Los frentes atmosféricos, acercándose inexorables, me acompañan. El avance de las corrientes de aire que han estado en París o el Caribe y las fotografías tomadas por los satélites me conmueven. Me hacen pensar que estamos abandonados a los planetas, que son los primeros que ven cómo nuestros actos se convierten en un leve temblor de fotones en movimiento hacia el cosmos infinito. Anochece. Los cristales reflejan el interior de la cocina, mi universo, llena de trastos.
Cada noche, al retirarme, dejo preparados un cepo de alambre junto a la puerta y un tablero de ajedrez. Nunca se sabe quién puede venir…