| "Panadero", de José Jurado Vicente |
LA EXILIADA
«Mamá ha muerto. Te esperamos para entierro. Tu hermana».
Remedios recibe el telegrama cortando uva. El amor por Manuel la llevó al exilio al sur de Francia. Él tiene que emigrar. Teme por su vida. Al poco tiempo lo abandona todo para reunirse con él. Vive momentos duros.
Tras un largo viaje en taxi pirata llega a la casa familiar. Su cara lo dice todo. Dolor y rabia. Le robaron parte de su vida. Jamás perdonaría.
Con lágrimas en los ojos, la hija de la panadera se acerca a su madre. La besa en la frente y le susurra: «te he querido y te he necesitado mucho». Del dolor de su corazón surge una sonrisa al recordar aquel día que su madre le dijo: «Hija de la gran puta ¿cómo se te ocurre decirle al cura que tu madre hace unos panes de más para ganarse unas pesetas? Si se entera la fiscalía vamos a la ruina».
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