viernes, 30 de diciembre de 2016

"Luna nueva" es el número 18

Luna con faro, de Joseph Wrigth
Luna nueva


Tenía que haber mirado el calendario.

Prometo que será la última vez que se me ocurrirá ir de fiesta y no fijarme en el almanaque, especialmente, en esos símbolos absurdos que marcan los ciclos lunares. En la próxima ocasión, los ojearé con atención, sobre todo, antes de meterme (decidido, arrogante, cazador) en la selva de pubs de mi ciudad una Nochevieja como la de ayer, lóbrega, confusa, irreal. Tanto que me resultó muy fácil acercarme a aquella chica solitaria de la barra; invitarla a unos chupitos; charlar animadamente sobre todo y nada; convencerla de que nos saliésemos fuera (¿qué tenemos que ver tú y yo con esta chusma?); adentrarnos en la oscura luna nueva con la conciencia tranquila y el ánimo excitado; explorarnos, finalmente, el uno al otro, y comprobar que, en lugar de un  precipicio de placer, me topé con una perpendicular enhiesta, infinita, tan masculina que todavía hoy no puedo - ni quiero-  olvidar. 

jueves, 29 de diciembre de 2016

"Virgen selva" ¿será el último en concursar?

VIRGEN SELVA

Luna sobre Hawai de Al Hogue
Aún se ruboriza al recordarlo.

Rafael fue siempre parco en palabras y gestos, aún siendo un hombre atractivo y de porte atlético. Se acercó al grupo a través de Pedro, un chaval hiperactivo y bastante caótico; el primero en fumar, en emborracharse, en conducir, en enamorarse hasta las trancas, en tener relaciones…según el mismo contaba. Pero Rafael era distinto, barajaba sus palabras antes de lanzarlas, mantenía un silencio ambiguo antes de emitir su conformidad, o no, ante una discusión, acostumbraba a cruzar sus manos ante su cuerpo como defendiéndose de no se sabía qué. Y esa actitud fue lo que me atrapó de él.
Comenzamos a separarnos del grupo, a quedar en vernos nosotros solos, a pasear buscando nuestras manos, o mejor todavía, el roce fortuito de nuestros cuerpos…
Aún me ruborizo al recordarlo.
Fue nuestra primera vez y dijo:
                                                    “Quisiera ser eternamente la sonrosada luna de tu virgen selva”.


martes, 27 de diciembre de 2016

"En la selva oscura", es el número quince

En la selva oscura


Lunar, de Halo Norway
Entro a ciegas y sin esperanza en esta selva oscura, donde junto a otros no alumbro destino. Navego con rapidez, consciente de que debo ser el primero, pero ¿para qué? Contemplo con pena a los que desisten y se doblegan, a los que devienen en bucles, a los que intentan retroceder, pero los juzgo sin clemencia al saberlos habitantes de un olvido seguro. Cuando ya quedamos pocos y la bruma es el único horizonte, a lo lejos, en espejismo, aparece limpio y seductor el círculo que guía mi ser y cobija mi  futuro. Asumiendo el último esfuerzo, me lanzo contra su centro, aceptando que, al atravesarlo y confundirme con él, seré otra cosa, otro ser que despertará sin recuerdo alguno de mí dentro de nueve lunas.

"Teresacto", relato a concurso

TESERACTO

Luna de Ibiza, de Helena Tormo
He visitado tantos mundos. He consumido planetas enteros por el mero capricho de poder hacerlo. He devorado lo que se me ha antojado, porque todo es mío, y puedo y quiero hacerlo. Acabo de llegar a uno nuevo, y, como siempre, he recorrido sus valles, montañas…es llamativo verlo desde el espacio, con un tono azul intenso, cubierto de vapor blanco que cambia fugazmente su imagen, como si un pintor no definiera las formas que expresa y necesitara estar retocando su obra constantemente: una obra inacabada.

Me he detenido en sus zonas áridas, pero son como muchos otros planetas, roca y arena, y he paseado por extensas zonas verdes que quienes las habitan la llaman SELVA…he acariciado su vida, su diversas especies y he soñado como hacia milenios que no me ocurría. Y tras el sueño he levantado la vista y asomaba entre el ramaje una intensa luz blanca, que bañaba ese sueño, la llaman LUNA.

lunes, 26 de diciembre de 2016

"Efecto mariposa", nuevo relato participante

Efecto mariposa

Luna en la noche, de Duest
Los rayos de aquella magnífica luna se filtraron a través de los cedros y caobas y alcanzaron el hueco de la gran ceiba donde aun dormitaban perezosamente los murciélagos. Asustados por la claridad, despertaron echando a volar torpemente; sus gritos alertaron a los tucanes y a los loros que, a su vez, empezaron a chillar y a volar. Tal murmullo alcanzó a las luciérnagas que brillaron todavía más. Las mariposas batieron sus alas multicolores y abandonaron las orquídeas y pasionarias donde se posaban.
Una suave brisa y el aleteo de los búhos y lechuzas alarmados, agitó las lianas llegando la clara luz hasta los chimpancés que empezaron a lanzar cocos y plátanos por doquier, divertidos y encantados por la creciente algarabía. Los camaleones asustaron a las ardillas, y los armadillos y okapis emprendieron una carrera desenfrenada asustando a los grillos y a las serpientes de cascabel…

Aquella noche, París -¡perdón!- la selva era una fiesta.

martes, 20 de diciembre de 2016

"Monólogo Nocturno"

La luna, anónimo
MONÓLOGO NOCTURNO

La luna ilumina nuestros pasos temblorosos mientras ellos nos acosan como si, además, les diéramos asco. Al menor intento de aproximación, incluso aunque estemos quietos, nos quiebran de forma inhumana. ¡Quién lo diría! Tanta confusión reina en la noche que mi pensamiento es ahora muy elemental. Precisamente yo, que fui un estudioso, una eminencia en informática, códigos y enigmas, todo lo que alcanzo a deciros ahora es que ellos son malos. Sin más. Porque el miedo paralizador atenaza nuestra marcha cuando vemos sus cuerpos veloces por esta selva del asfalto. Y es que el mundo se ha vuelto loco, hasta mis hijos me agreden. Y ya no recuerdo bien el pasado. Solo conservo un hilo tenue de la memoria, de cuando fui feliz con ellos en los brazos y me los hubiera comido a besos.

Ahora también me comería a todos los vivientes, pero no se dejan los malditos. Nos disparan y corren.  

"Perplejidad"


El latido de la selva, de M. Óscar Menassa
PERPLEJIDAD

El sabor dulce y jugoso de la carne del antílope le resultó suculento. Había arrastrado el cuerpo exánime a una horquilla del baobab para devorarlo tranquilamente, lejos de los depredadores de la sabana. Desde su atalaya contemplaba el borde de la selva, una muralla verde que se perdía en la lejanía. De pronto, el viento le trajo unos sonidos extraños, unos aromas desconocidos. Descendió del gran gigante arbóreo y se internó en el laberinto de lianas y espesura que era su hogar. Por un sendero de elefantes desfilaba una hilera de seres extraños, escandalosos, que parloteaban como los micos. Jamás había visto a ningún animal tan imprudente y descuidado. Pero la curiosidad le azuzaba y después de seguirlos durante varias horas, espero a que alguno quedara rezagado. Entonces se abalanzó sobre él y le desgarró la yugular con sus afilados colmillos. Tarzán se sorprendió de cuánto se parecía a sí mismo aquel ser que agonizaba bajo la sangrienta luna.  

"Amor imposible"

Mujer desnuda en la playa, de Antonio Berni
AMOR IMPOSIBLE

A veces, en el paseo o en la clase entras en mi vida  sin saberlo y cuando sales, entristeces de sombras mi amor inadvertido, este disimulo sin consuelo, esta selva asolada por vientos negros, por noches sin luna, por pena desatada. A veces, por un instante solo, durante un segundo que parece el universo, que parece un amontonamiento de olas y de gozo originario, el espejismo del amor me congracia. Quisiera retenerlo y encadenarlo muy adentro, pero la realidad de ojos  turbios y fauces abiertas ahuyenta el sustento ilusorio, el dulce aturdimiento. Entonces, sin otro porvenir que el hielo negro y la escarcha, busco el camino duradero que de todo se aleja.



"Solución desorbitada", nuevo relato.

Selva tropical, de Rodríguez Cuevas
SOLUCION DESORBITADA
El silencio de su mente contrastaba con la vorágine de la selva exterior, precisaba concentración, se negaba a asistir impasible ante la realidad afectada por una problemática de graves consecuencias.
Necesitaba un plan para rescatar a la generación de sus hijos de las garras de una sociedad seriamente influenciada por unos medios de comunicación perversos, que la habían conducido al pensamiento ausente.
Había soñado con una sociedad libre, donde florecieran la cultura y los valores.
Afortunadamente, del efecto nocivo de esta noxa, se habían librado algunos jóvenes luchadores que aprovechando las posibilidades y los conocimientos que le ofrecía una sociedad libre, desarrollaron la capacidad creativa de su cerebro en el terreno de la investigación, la poesía y el arte .
Debía encontrar una solución efectiva, fantástica y universal.
De pronto, su energía mental adquirió una incalculable intensidad, que transformándose en radiación cósmica lo envolvió, sometiéndolo a una fuerza centrífuga incontrolada que lo transportó a través del espacio hasta la luna, desde aquí, se dijo este utópico librepensador: ¡podríamos cambiar el mundo!


martes, 13 de diciembre de 2016

"Al inicio". Otro relato más


Al inicio
Del nido a la luna, óleo de Jacanamijoy
La tarde se presentaba calurosa y asfixiante como de costumbre.
El aire, irrespirable, provenía del desierto sahariano pero no aliviaba la pegajosa humedad que incitaba a no moverse lo más mínimo a pesar del insoportable ruido circundante producido por los pájaros multicolores de espléndidas y exuberantes plumas que aleteaban sobre las ramas de la pequeña selva de plantas tropicales y palmeras. Allí los habían encadenado para que no echaran a volar huyendo de los dos tigres y el orangután que dormitaban indolentemente a los pies de los pequeños árboles.
Los camellos, sin embargo, andaban inquietos ante la algarabía y el ir y venir de saltimbanquis, bailarinas, guerreros y animales exóticos.
Parecía imposible que aquel maremágnum pudiera organizarse. Pero solo tuvo que hacer una pequeña señal el gran embajador para que las huestes de la Media Luna se unieran hombro con hombro al son de los timbales y la carroza de aves tropicales abriera el desfile.

Nuevo relato: "Cuadro"


Cuadro

Luz de luna, óleo de Javier Bedoya
Lo sé, es imposible.
Pertenecemos a mundos tan distintos…
Y solo puedo contemplarla en esos fugaces minutos del atardecer en que nuestros destinos se unen cada día. Desde el momento en que llegó de su húmeda selva americana me cautivó con su penetrante y sutil perfume, su blanca y rosada faz en forma de corazón, sublime, acurrucada en su rincón, apenas se mueve para enredarse en ese aura embriagadora que la envuelve cada la noche.
¿Cómo yo, tan vital e inquieto, tan duro y enérgico, acostumbrado al aire y la luz podría llamar su atención?
Y luego está ese seductor de Don Diego, crápula nocturno, que no ceja en su empeño y ¡no se despega de su lado! A la más mínima brisa se abalanza sobre mi flor de luna.
¡Ay! Si, al menos, el pelirrojo de los pinceles nos uniera en un mismo jarrón, permaneceríamos juntos hasta la eternidad:
Sunflowers and moonflowers”


jueves, 8 de diciembre de 2016

"Licantropía" también participa en nuestro concurso

Licantropía


Vicisitudes II, óleo de Jesus Guerra
Ni subido a una escalera conseguiría besarte. Quizás ni subido al árbol más alto de las selvas que habito. Sólo me queda mirarte y anhelar tu palidez. Sólo me queda acariciarte desde la lejanía, durante los escasos días en los que ocupas el firmamento de mis noches. Sólo me queda llamarte con borrascosos aullidos. Sólo humillarme a ti, dejando que tu influjo me cubra de grises guedejas. Sólo me queda, y nada más, ofrecerte, como antes y como siempre, una víctima sagrada. Un pulcro cuerpo como el de esta joven doncella que te haga más redondeada, más nívea, más luna.  

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Luz de luna, nuevo microrrelato

LUZ DE LUNA

Chiaro di luna, óleo de Salvo
Salgo a la terraza dejando atrás el bullicio de la fiesta. Confusa, pongo mis ojos en un denso nubarrón que cubre la que era una espléndida luna.
¿Y si no volviera a salir nunca más?” –me pregunto- “¿Podríamos soportar estas oscuras noches?”.
Eres cómplice de secretos nocturnos, veladora de sueños, compañera de soledades y desamores, haces brillar con misteriosos tonos todo lo que tocas con tu lánguida luz blanca, musa de poetas y músicos… Sin tu inspiración no nos habríamos podido emocionar con el Claro de luna de Beethoven, ni tararear el Moon River con Audrey Hepburn…
¡Cuántos -artistas o no- hemos caído bajo tu enigmático influjo, cantado, reído, llorado en tu presencia… Se ha bailado y se han atravesado selvas recónditas bajo tu luz y tu sombra, …, Manet, Van Gogh, Munch, Kandinsky, Dalí… nos han dejado obras inigualables donde eres la indiscutible protagonista…


¡No dejes de brillar todas las noches, querida luna!”