Efecto mariposa
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Luna en la noche, de Duest |
Los
rayos de aquella magnífica luna se filtraron a través de los cedros
y caobas y alcanzaron el hueco de la gran ceiba donde aun dormitaban
perezosamente los murciélagos. Asustados por la claridad,
despertaron echando a volar torpemente; sus gritos alertaron a los
tucanes y a los loros que, a su vez, empezaron a chillar y a volar.
Tal murmullo alcanzó a las luciérnagas que brillaron todavía más.
Las mariposas batieron sus alas multicolores y abandonaron las
orquídeas y pasionarias donde se posaban.
Una
suave brisa y el aleteo de los búhos y lechuzas alarmados, agitó
las lianas llegando la clara luz hasta los chimpancés que empezaron
a lanzar cocos y plátanos por doquier, divertidos y encantados por
la creciente algarabía. Los camaleones asustaron a las ardillas, y
los armadillos y okapis emprendieron una carrera desenfrenada
asustando a los grillos y a las serpientes de cascabel…
Aquella
noche, París -¡perdón!- la selva era una fiesta.
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