Bodegón realista, Action Art Europe |
EL
VECINO
Es
bien sabido por todos como huele el piso de nuestro vecino. Ni
siquiera es necesario bajar en su rellano. Cuando el ascensor, en su
pulcra lentitud, recorre la 4º y 5º planta ya percibimos el afable
olor del piso en cuestión. En la comunidad se han entablado grandes
debates y quejas sobre este inconveniente, se han colocado carteles
de aviso para intentar solucionar el problema...
Porque
nadie, desde hace más de tres meses, ha visto al vecino. Alguien
dijo: “lo vi salir con maletas, tenía un viaje de negocios”.
Pero
la realidad vino a ser algo inesperado.
Ayer
acudió la policía local a nuestro edificio, les acompañaba un
cerrajero y me llamaron como presidente de la comunidad a estar
presente. En el amplio salón sobre la mesa, muchas cebollas, nuestro
vecino aún mantenía en su mano el pincel del óleo que pretendía
pintar antes de morir.
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