RISA DE FONDO
Echado en el catre del calabozo, repasas los acontecimientos de esta peculiar noche que has vivido: la invitación de tu novia y de tu socio de bufete a un café – teatro; una vez allí, el reparto de boletos para participar en la representación de turno, que hoy recrea un juicio; tu actuación (que realizas con verdadero oficio) como acusado, primero, y condenado, después, por negocios turbios; tu salida, esposado y abucheado, del café; tu sorpresa, al ver que te meten en una furgoneta y que te llevan a comisaría; y, lo más raro, la llamada telefónica (la única que te permiten hacer, tras montar el cirio al oficial de guardia), a tu socio, que, paladeando un Martini con fresas, te dice que todo es un error, mientras, de fondo, rodea su voz una risa, jocosa, desaforada, idéntica a aquella que tú provocas en tu novia cuando os entregáis al goce de vuestros cuerpos desnudos.
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