viernes, 8 de diciembre de 2023

"Eternidad" , es el segundo microrrelato


 ETERNIDAD

En nuestros  últimos  encuentros, mi madre hablaba esperanzada de  la inmortalidad del alma. Ella creía  que somos trascendentes y que nadie abandona  definitivamente esta existencia. Ante mi angustiado pesimismo, me prometió   enviarme una señal de pervivencia  una vez hubiera cruzado  el triste Aqueronte.  Semanas después,  cuando el dolor de su  pérdida me permitió volver a la casa familiar,  hallé  sobre un rimero de libros  una nota manuscrita: “En el jardín, debajo del almez,    encontrarás la prueba que tanto  anhelas”.  Bajo el árbol umbroso,  donde  el mismo   pinzón de siempre picoteaba  eternamente  los inagotables  insectos,   desenterré una cajita de blanca madera de arce.  Al abrirla, se materializaron los   ojos  de mi madre.  Atónita,  busqué su boca, su barbilla, el arco de sus cejas… Allí dentro estaba  su viva imagen contemplándome.    El espejo,  adherido al  fondo de la caja de arce, confirmó que ella seguía viviendo en mí, que  habíamos vencido juntas a la muerte. 

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