BLANCA Y RADIANTE
¡Qué feliz parecías cuando, blanca y radiante, salías de la iglesia! Dejabas atrás la tristeza familiar y aquellos días sin esperanza. Una pluma azul de pinzón cayó sobre tu velo y todos lo interpretaron como señal de buena suerte. Pero no fue así, al contrario.
Sin saber por qué, pronto empezó la pesadilla. La primera vez él te juró que fue sin querer y te regaló un bonito ramo de flores. Hubo más y cada vez el ramo de flores era mayor y más bonito. Nunca dices que no, eres la esclava de tu señor. Siempre lo perdonas. Tú siempre soñaste con ser la princesa de cabellos dorados y la boca de fresa…Pero ya no tienes color en la sangre, te apagas y no lo sabe nadie.
Hoy noto un brillo diferente en tus ojos. Has tomado una decisión. No quieres recibir las próximas flores en el cementerio. Se acabó.
Yo me voy contigo al fin del mundo… ¡Guau!
No hay comentarios:
Publicar un comentario