lunes, 30 de diciembre de 2024

Bajo los cielos de París

París ciudad de noche 

 BAJO LOS CIELOS DE PARÍS


Esta mañana, con las prisas, casi me mato al ponerme las bragas. La luna ya estaba de retirada. He ordenado mis cabellos y dibujado sonrisas dulces sobre mis labios. Me he retocado la sombra de ojos y echado unas gotas de perfume. ¡Ay, el anillo no se me puede olvidar! Es el regalo de compromiso. Me he puesto las medias y el uniforme acelerada.

Al abrir con sigilo la puerta, el chaval con su voz fresca me ha dicho:

- No ha estado nada mal. 

Al girarme, de nuevo he visto la cabeza de un león tatuada en su pecho.

 – París bien vale una misa, - he contestado yo-

El pasillo estaba desierto. Corriendo al ascensor he pensado que quién no merece ser feliz bajo los cielos de París a los cuarenta. A partir de ahora, para mí ya no hay nada imposible.  

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