jueves, 27 de diciembre de 2018

El oso, segundo microrrelato a concurso


EL OSO
 Nuestro refugio estaba en una pared rocosa. Al amanecer descendíamos hasta el valle en busca de agua y alimentos. Cuando regresábamos, yo trenzaba juncos cerca del fuego, mientras mi madre me contaba historias de mujeres guerreras que batallaban en los confines del mundo. Por la noche, cubiertas con pieles de animales, nos abrazábamos bajo el fulgor de la luna llena. Éramos libres y felices. Hasta que  un día  el Oso regresó. Agarraba a mi madre de los cabellos y se la llevaba al rincón más oscuro. Yo la oía gritar y llorar desconsoladamente. Una noche intenté defenderla y el Oso nos golpeó con sus zarpas gigantescas. Loco de furia, aplastó  la cabeza de mi madre contra la pared de la gruta.  Entonces se acabaron todos los cuentos, todas las fantasías que copiábamos de los libros para huir de la tristeza. La policía me encontró en la cocina, llorando sobre el cuerpo inerte de mi madre.

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