LUZ
DE LUNA
Chiaro di luna, óleo de Salvo |
Salgo
a la terraza dejando atrás el bullicio de la fiesta. Confusa, pongo
mis ojos en un denso nubarrón que cubre la que era una espléndida
luna.
“¿Y
si no volviera a salir nunca más?” –me pregunto- “¿Podríamos
soportar estas oscuras noches?”.
Eres
cómplice de secretos nocturnos, veladora de sueños, compañera de
soledades y desamores, haces brillar con misteriosos tonos todo lo
que tocas con tu lánguida luz blanca, musa de poetas y músicos…
Sin tu inspiración no nos habríamos podido emocionar con el Claro
de luna de
Beethoven, ni tararear el Moon
River con
Audrey Hepburn…
¡Cuántos
-artistas o no- hemos caído bajo tu enigmático influjo, cantado,
reído, llorado en tu presencia… Se ha bailado y se han atravesado
selvas recónditas bajo tu luz y tu sombra, …, Manet, Van Gogh,
Munch, Kandinsky, Dalí… nos han dejado obras inigualables donde
eres la indiscutible protagonista…
“¡No
dejes de brillar todas las noches, querida luna!”
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